Durante todas las vacaciones escuché de muchas maneras sobre la importancia de lograr propósitos y sobre cómo siempre todos al inicio de año tenemos una lista extensa de lo que queremos lograr.
Y sea cual sea el tamaño de tu lista, si hiciste una o no, lo importante es que cualquier objetivo que te hayas propuesto cumpla con las siguientes características:
1. Se realista.
El ser realista te ayuda a construir propósitos alcanzables y basados en tus necesidades. No significa que dejas a un lado a la persona en que te quieres convertir, simplemente es ayudarte a hacer las cosas de una manera más fácil.
El gran riesgo de establecer metas que son muy difíciles de lograr es la frustración.
Esto puede ser un factor perjudicial para tu confianza y autoestima. El fracaso es a menudo el resultado de metas poco realistas y no tiene nada que ver con tu capacidad.
2. Combina algo que te guste hacer con algo que quieres implementar en tu vida.
Por ejemplo, si quieres hacer ejercicio (bicicleta estacionaria) pero te da mucha flojera, puedes intentar combinar esa actividad con algo que, si te gusta hacer, por ejemplo: ver videos de Youtube. Entonces si te subes 10 minutos a la bicicleta, puedes poner videos de Youtube al mismo tiempo que haces ejercicio y vas a ver como el tiempo se pasa rápido y lo mejor es que ¡vas a estar moviéndote!
Y así puedes buscar las combinaciones que más te beneficien para lograr ese nuevo habito.
3. Elige metas en las que puedas trabajar ahora.
Es muy bueno pensar en el futuro, pero la idea es ser práctico. Establece metas que puedas comenzar a perseguir ahora mismo.
De nada te va a servir pensar “cuando llegue a bajar de peso, ahora si correré 10 minutos al día” ¿por qué no mejor mientras trabajas en bajar de peso añades un poco de ejercicio a tu día a día?
Fíjate bien en lo que si puedes hacer ahora y trabaja en ello.
4. Divide los objetivos en tareas más pequeñas.
Este es uno de los consejos que mejor funciona con mis clientes. Si tu objetivo es correr una hora diaria, pero por el momento no tienes la condición física para hacerlo ¿por qué no pruebas correr cinco minutos diarios por dos o tres meses? Con el tiempo puedes ir ajustando la cantidad de minutos que corres y así poco a poco verás cómo lograrás correr esa hora que tanto deseas.
La solución es dividir los grandes objetivos en tareas más pequeñas y sencillas. Cuando menos lo esperas, ya estás mucho más cerca de tu destino final.
El dividir tu objetivo mayor en tareas pequeñas hace que puedas trabajar mejor con la frustración y de esa forma te motivas a intentar cada vez más el hábito que quieres cambiar.
5. Evalúa las metas que ya has logrado y festeja tus logros.
Puede que no te des cuenta, pero probablemente hayas logrado muchos objetivos. Por un momento, deja de enfocarte en lo que salió mal y analiza todo lo positivo que ya has logrado. Y felicítate por ello.
¡Aprende de los objetivos ya alcanzados! ¿Qué hiciste bien que te permitió completar lo que habías planeado? ¿Cometiste un error en medio del camino que retrasó tu meta?
Anota los detalles relacionados con las metas que has cumplido, así como los resultados que han producido. Esto te dará más confianza y fuerza para seguir buscando los objetivos actuales.
¿Qué opinas de estos consejos? ¿Cuál te gustaría aplicar en tu día a día?
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